Factores como el costo, la eficiencia y la disponibilidad impulsan dónde y cuándo utilizar el hidrógeno
El hidrógeno ha emergido como un actor central en la transición hacia una matriz energética más sostenible y libre de emisiones de carbono. Su versatilidad y papel crucial en la cadena de valor mundial lo convierten en un recurso estratégico.
Sin embargo, su adopción masiva, tal y como detalla el último artículo publicado por parte del Oxford Institute for Energy Studies, enfrenta dos batallas cruciales que podrían determinar su éxito o fracaso en Europa y, posiblemente, en todo el mundo.
Elección
La primera contienda se centra en la elección entre el hidrógeno y otras fuentes de energía en la transición hacia una matriz más limpia. La decisión de dónde y cuándo utilizar el hidrógeno es crucial.
Factores como el costo, la eficiencia, la seguridad y la disponibilidad impulsan estas elecciones. Aunque la producción y utilización del hidrógeno actualmente son más costosas e ineficientes que algunas alternativas, se espera que avances tecnológicos y economías de escala disminuyan estos obstáculos en el futuro.
La seguridad también es un aspecto vital, ya que el hidrógeno es inflamable. Sin embargo, con la manipulación adecuada, se puede utilizar de manera segura, similar al gas natural. La disponibilidad actual limitada del hidrógeno podría superarse con la construcción de nuevas infraestructuras de producción en todo el mundo, respaldadas por políticas proactivas.
Geopolítica
La segunda batalla se libra en el terreno de las políticas y regulaciones. La Unión Europea (UE) se encuentra en medio de esta contienda, especialmente en respuesta a las importaciones altamente subvencionadas de hidrógeno de Estados Unidos. De esta manera, la UE busca consolidar su posición en el mercado del hidrógeno mediante diversas estrategias:
- Acceso a la financiación: La UE tiene previsto invertir significativamente en un sector ecológico del hidrógeno, con un presupuesto climático de al menos 600.000 millones de euros para el período 2021-2027.
- Relajación de las ayudas estatales: La UE considera flexibilizar las ayudas estatales para facilitar la introducción de medidas similares a las del Incentivo para el Retorno de Activos (IRA) estadounidense.
- Inversiones en capacitación ecológica: La UE apuesta por iniciativas como la Asociación para el Hidrógeno Limpio, financiada por la UE, para mejorar la educación y las cualificaciones en el sector.
- Comercio justo: Adoptando un enfoque de palo y zanahoria, la UE planea utilizar el Mecanismo de Ajuste de las Emisiones de Carbono en las Fronteras (CBAM) para regular el comercio internacional de hidrógeno.
Aunque el conflicto entre la UE y EEUU podría parecer inminente, ambas regiones están destinadas a beneficiarse del auge global de la acción climática. “La competencia entre Europa y Estados Unidos en la promoción de hidrógeno limpio acelerará las curvas de costos, impulsará inversiones y fortalecerá la eficiencia de los electrolizadores” señala el artículo del Oxford Institute, que además añade que “ambas regiones pueden liderar conjuntamente la revolución del hidrógeno”.
Capacidad
El futuro del hidrógeno dependerá en última instancia de la capacidad de los actores clave, tanto gubernamentales como empresariales, para abordar estas dos batallas con estrategias innovadoras y pragmáticas. Europa, en particular, puede aprovechar subvenciones bien diseñadas y accesibles para orientar las opciones de los consumidores hacia la transición energética, fomentando un equilibrio entre tecnologías.
El liderazgo en la evolución del mercado del hidrógeno requerirá una colaboración sólida y una visión más allá de las batallas actuales. La clave no está en enfrentar “electrones contra moléculas” sino en construir alianzas que fomenten una transición energética integral. El tiempo aún permite a aquellos que buscan la innovación estratégica en clima y seguridad energética alcanzar el liderazgo y formar alianzas beneficiosas para todos. La colaboración, más que la competencia, marcará el camino hacia un futuro sostenible y libre de carbono.